Si no fuera porque tengo el don de evadirme, de pasar a través de los barrotes de la realidad y fugarme a los mundos mágicos que yo mismo dibujo, esta noche fría y larga habría perdido la batalla. Pero he vencido. Y aunque agotado, me siento contento por seguir habitando en el mundo de los vivos y satisfecho por haber cumplido mi objetivo.Me mantengo en pie porque, aunque parezca mentira, me he acostumbrado ya a moverme en la neblina de esta laguna estigia que yo llamo destierro... y no me va mal.
Casi está amaneciendo, ha llegado el momento del descanso del guerrero.
Santy